lunes, 20 de octubre de 2014

Corazón de Tormento [Capítulo 1: Gran estreno]



Se ve desde la altura el panorama de la ciudad de Los Ángeles en pleno medio día. Se enfocan diferentes lugares turísticos de éste lugar, entre ellos Hollywood, Disneylandia, las playas de Santa Mónica y Laguna Beach. Finalmente se enfoca un lujoso auto negro de último modelo que se estaciona en la entrada del edificio de Storm Corporation. De el se baja una mujer de la que solo se le ven sus tacones y a medida que se va dirigiendo a la empresa, va observándose de abajo hacia arriba que se trata de Katherine Jiménez, vestida como toda una ejecutiva y expresando una carismática sonrisa. Detrás de ella la acompaña su mayordomo. Katherine tiene la piel un poco morena y el pelo lo lleva corto a la altura de los hombros.



Mayordomo: Señorita Katherine, su padre, la señorita Karen y el joven Rolando la están esperando en la sala de juntas.

Katherine: Gracias por avisarme mayordomo Rodríguez. Ya mismo subiré. Le pido que me espere aquí.

Katherine aborda el ascensor y se baja en el piso correspondiente. Después entra a la sala de juntas y saluda a todos los miembros con una sonrisa.



Katherine: (sonriendo) Buenos días. Espero no haber llegado tarde.

Orlando: Claro que no hija, de hecho aún no empezábamos.

Katherine: Entonces podríamos comenzar ya, puesto a que solo yo faltaba ¿verdad?

Orlando: Así es Katherine. El motivo por el que estamos todos nosotros reunidos, es para hablar sobre el desfalco que está habiendo en la empresa.

Todos los integrantes toman por sorpresa eso último que dijo don Orlando, especialmente Karen y Rolando que se ponen muy nerviosos ya que ellos tienen que ver con ese desfalco.

Orlando: Desafortunadamente no tenemos ninguna prueba de quien le pueda estar haciendo eso a la empresa, y si la situación sigue así, lamentablemente vamos a terminar en quiebra.

Katherine: Bueno papá, tenemos que intentar detener esto ¿no? Quizás es alguien de la misma compañía que nos puede estar traicionando ¿no crees? (Rolando mira nervioso a Karen). Dudo que sea por parte de alguien fuera de la empresa, al menos que tenga algún tipo de aliado aquí.

Uno de los financieros: Estoy totalmente de acuerdo con la señorita Katherine. Debemos empezar con ciertas investigaciones.

Orlando: Podría ser, pero por el momento eso es muy inconcreto. La situación no puede continuar así, por tanto estamos en la obligación de proyectar determinados planes para detener esos desfalcos. Entonces, ¿qué proponen?

Rolando: Bueno don Orlando, pues…

Karen: (le interrumpe apresurada) ¿Qué les parece si montamos un catálogo de textiles por Internet? Necesitaríamos un buen capital para empezar dicho proyecto y nos dejaría ganancias muy jugosas. Esas las podríamos transferir a otra cuenta bancaria diferente a la que tenemos ya. Sería un salvavidas para la empresa antes de que nos dejen en la ruina, mientras se abren las investigaciones para averiguar quien es el ladrón que está robando de la cuenta bancaria actual.

Orlando: Suena buena idea Karen. No sé qué opinan todos.

Katherine: Yo la verdad no creo que esa sea una buena solución. Si aceptamos la propuesta de mi hermana Karen, sería como resignarnos ante el ladrón. Es como si le estuviéramos diciendo en la cara “Adelante, róbanos, no nos importa porque tenemos manera de no hundirnos”. Piensen en eso. Debemos demostrarle a ese ladrón que somos más fuertes, y que no vamos a permitir que nos sigan pasando por la galleta.

Karen mira fulminantemente a Katherine, llenándose de rabia y segura de que la propuesta de su hermana será aceptada por don Orlando, y así es efectivamente.

Orlando: En eso tienes razón hija. Debemos pensar en ello, no podemos demostrarnos resignados ante quien nos ha estado robando, eso sería como una forma de rendirnos ante él. Así que, estoy de acuerdo contigo. Ustedes señores financieros, ¿qué piensan?

Primer financiero: Concuerdo con ustedes, también estoy de acuerdo. Pero no podemos olvidarnos de las investigaciones que haremos.

Otro de los financieros: Exactamente. Lo favorable de todo esto, es que podremos encontrar al ladrón más fácil, en caso de que sí sea alguien de la empresa.

Katherine: Al contrario. Porque si es alguien de aquí, será mucho más difícil de averiguar quien es, puesto que puede tener cierto tipo de enmascarada, alguna jugada, un embaucador.

Orlando: Muy buenas conclusiones Katherine y de hecho, me gustaría que fueras mi acompañante en el viaje de negocios que tendré mañana. Les informo señores que viajaré al exterior y por tanto, necesito un acompañante, que podría ser una de mis dos hijas. ¿Tendrías algún problema Katherine en acompañarme?

Katherine: Claro que…

Karen: (le interrumpe) Creo que con esto que le está sucediendo a la empresa, Katherine tiene mucho más trabajo en su cargo administrativo. Así que no creo que te pueda acompañar papá, pero podría ser yo esa acompañante. No tengo ningún problema.

Katherine: (a Orlando) Eso no sería un verdadero problema para mí, pero si Karen te quiere acompañar, no estoy en contra (sonríe).

Orlando: Pues en lo personal, me parece que es mejor que Katherine sea quien me acompañe, ya que mañana llegarán unos proveedores a la empresa (a Karen) y como tú eres la encargada en manejar las cuentas bancarias, es mejor que te quedes y deposites el dinero.

Karen: Pero papá…

Orlando: (la ignora) ¡Hemos terminado la junta de hoy!

Orlando se levanta de su puesto y empieza a despedirse de los empresarios y éstos de él. Katherine también hace lo mismo y antes de retirarse, besa a Rolando en la mejilla no sin antes él pararse de la silla.

Katherine: (despidiéndose de Rolando) Mí amor, me iré ya con papá. Además el mayordomo debe estar esperándonos abajo. ¿Te quedarás en la empresa?

Rolando: Eh, sí, más tarde me iré. Precisamente pensaba irme ya a mi oficina para organizar algunos documentos que tengo pendientes.

Katherine: Bien, entonces yo si me retiro ya (a él y a su hermana sonriendo). Que tengan un buen día. Permiso.

Katherine se va de la sala de juntas, dejando solos a Karen y Rolando. La primera no deja de sentirse humillada y despreciada por su padre, llenándose de rabia hacia él y su hermana. Se levanta del asiento muy enojada.

Karen: (cruzando los brazos con una mirada muy desafiante) ¡Ambos van a pagar muy caro sus humillaciones y desprecios! Esto no se puede quedar así. ¡No soy la de menos!

Rolando: Ya cálmate Karen…

Karen: ¿Calmarme? ¿Cómo quieres que lo haga soportando tantos desprecios por parte de esos dos desgraciados? ¡No Rolando!

Rolando: (caminando por la sala de juntas) Había pensando antes en hacer algo en contra de ellos. No sé que te parezca, es algo arriesgado, pero seguro muy efectivo.

Karen: Dímelo, tenemos que terminar con ellos lo antes posible. Esencialmente con la estúpida de mi hermana.

Rolando: Perfecto, te diré mi plan, que pienso ejecutar ésta misma noche (ríe).

AL DÍA SIGUIENTE
CASA JIMÉNEZ
COMEDOR

La familia Jiménez se encuentran desayunando sosegadamente en el comedor de la casa. La empleada de la familia, con una jarra blanca, le echa jugo de naranja al vaso de vidrio de Katherine y luego se retira. Eleonora, la madre de Katherine y Karen, esposa de Orlando, empieza a hablar sobre el viaje.



Eleonora: ¿A qué horas se irán para el aeropuerto?

Orlando: (después de tomar jugo de su vaso) Pensamos irnos más tarde, después del desayuno. Es mejor llegar temprano y no muy tarde para tener más tiempo de ubicarnos en un buen hotel.

Katherine: Sin duda los vamos a extrañar mucho. Lástima que Rolando no esté aquí para despedirnos. Dijo que va a estar muy ocupado en la empresa. Pobre, seguro tiene mucho trabajo acumulado (cambiando de tema). Y, ¿dónde está Karen? ¿Por qué no nos está acompañando aquí?

Eleonora: Salió muy temprano de la casa y no sé a donde se dirigió.

Katherine: Que raro, nunca se ha ido tan temprano.

Orlando: No es nada raro de esa muchachita. Debe estar muy atenta con la llegada de los proveedores. Lo más seguro es que se fue para la empresa.

Los tres siguen desayunando tranquilamente y hablando de otras cosas. Un par de horas después, Katherine, Orlando y Eleonora, están despidiéndose en la salida de la casa, frente a ellos hay un taxi que muy recientemente llegó.

Eleonora: ¿Necesitaban un taxi? ¿Por qué no se van en el auto?

Orlando: Si nos vamos en el auto, ¿dónde lo dejaríamos si nos vamos de viaje mujer?

Eleonora: Tienes razón (con mirada triste). Espero que les vaya muy bien. Los voy a extrañar.

Katherine: (sonriéndole a su madre) Nosotros también mamá. Que mal que mi hermana Karen no esté aquí para despedirse, al igual que Rolando (el taxi hace sonar su bocina acosándolos).

Orlando: (a Eleonora) Bueno cariño, nos vamos ya. Trataremos de llamarte en cuanto lleguemos a México (la abraza y luego se separa de Eleonora). Hasta pronto.

El mayordomo Rodríguez que está presente, coge las maletas de Katherine y Orlando y luego las mete en el baúl del taxi. Los dos se suben al auto y luego éste, empieza a irse. Eleonora los mira algo nostálgica por la salida de sus dos series queridos.

UNA HORA MÁS TARDE
AEROPUERTO DE LOS ÁNGELES





Katherine y Orlando finalmente llegaron al aeropuerto, detrás de ellos está el conductor del taxi que les ayuda a cargar las maletas. Él los acompaña hasta el embarque donde el pasajero espera su vuelo. Katherine y Orlando se sientan en las sillas que hay en el lugar para esperar el vuelo número cuatro con llegada a la Ciudad de México. La operadora que habla por medio de los parlantes del aeropuerto, ubicados en varios extremos de allí, empieza a hablar.

Operadora: ¡Atención vuelo número cuatro! ¡Atención vuelvo número cuatro! (los pasajeros de dicho vuelo están atentos, entre ellos Katherine y Orlando). El viaje hacia la Ciudad de México ha sido cancelado por un problema aéreo del servicio de aerolínea. Hay fallas con problemas técnicos y averías. Estos problemas se tratarán de reparar el presente día, por tanto mañana, podrán retomar su viaje. Por favor disculpen las molestias. Gracias.

La operadora deja de hablar y todos los pasajeros del vuelo hacia México, empiezan a murmurar y a hablarse entre sí. Katherine y Orlando se mortifican por la noticia. El último se levanta del puesto y llama por su celular a una persona de la Ciudad de México, que los estaría esperando por el viaje.

Orlando: (hablando por celular) Señor Alvarado, me comunico con usted para informarle que el vuelo en el que íbamos a viajar mi hija y yo, fue cancelado por problemas técnicos (hace una pausa escuchando lo que le dice la persona a la que llamó). De acuerdo, entonces la próxima semana estaremos en México y por favor discúlpenos (hace otra pausa). Sí, hasta luego.

Orlando cuelga el teléfono y lo guarda en el bolsillo de su elegante saco.

Orlando: Logré acordar con el señor Alvarado nuestro encuentro para la próxima semana.

Katherine: Pues que bueno que comprendió la situación. Entonces, ¿nos vamos para la empresa o la casa?

Orlando: Yo por mi parte, no tengo mucho trabajo que hacer en la empresa. Creo que es mejor irnos a la casa y así, aprovechar y comentarle todo a tu madre personalmente.

Katherine: Claro papá, convengo contigo.

Orlando le sonríe a su hija y ambos cogen sus maletas y empiezan a irse.

UNA HORA DESPUÉS
CASA JIMÉNEZ
ENTRADA

Katherine y Orlando acaban de llegar en un taxi a su casa. Katherine paga la cuenta y luego se baja del vehículo junto con su padre. Ambos entran a la casa. La cámara enfoca como los dos se acercan a Eleonora que está en la sala y empiezan a hablar con ella. Entretanto, en la misma casa, se encuentra Karen y Rolando en la habitación de la primera. Ambos llegaron hace poco juntos a la casa Jiménez con el pretexto a Eleonora de que se encontraron en la empresa y decidieron venirse juntos. Hablan sobre el plan que hizo Rolando la noche anterior.



Karen: ¡Perfecto! Entonces sí lograste hacerlo como debías (ríe). Muy pronto, van a lamentar todo el desprecio que me hicieron.

FLASHBACK
NOCHE
CASA JIMÉNEZ
JARDÍN



Todos los que viven en la casa Jiménez, se encuentran durmiendo puesto a que son altas horas de la noche. Todos, a excepción de los guardias que rodean la casa-mansión. En un descuido de éstos, alguien encapuchado y con guantes aprovecha a entrar por detrás a la casa. Llega al jardín sigilosamente en donde está el auto de Katherine y Orlando. Rápidamente abre la tapa de la parte delantera del auto y ve con una linterna los motores. Se fija muy bien en la parte de los frenos, y empieza a aflojar varias tuercas de allí con una llave. Luego, se ve como con varias herramientas, mueve los cables del auto y los corta.

(Termina el incidental)

FIN DEL FASHBACK



Rolando: Sí, pero no solo lo hago por ese interés, también es para tener mejores privilegios y poderes en la empresa...





En ese momento, Katherine sube las escaleras de la casa dirigiéndose al cuarto de su hermana. Al llegar allí, antes de entrar, escucha varias voces dándose cuenta que son de Karen y Rolando. Se detiene para escucharlos.

Rolando: Los cuales tú mi amor, me darás.

Rolando se acerca a Karen y empieza a besarla. Katherine se queda muy pasmada por lo que oye, dándose cuenta al instante de que su hermana y su novio son amantes. Está estupefacta por el suceso, su corazón empieza a atormentarse, se llena de lágrimas muy decepcionada por la traición de Karen y Rolando.

(Termina el incidental)

Inmediatamente, Katherine se lleva la mano a la boca llorando y baja corriendo muy apresurada las escaleras hasta llegar a la sala de la casa. Orlando y Eleonora se extrañan mucho al ver a su hija en ese estado.



Eleonora: (se acerca a Katherine) ¡Hija, por Dios! Pero, ¿qué te ha pasado? ¿Por qué estás tan pálida y llorando?

Orlando: (muy preocupado, también se acerca): Dinos hija, ¿por qué estás así? ¿Viste algo muy malo?

Katherine: Algo parecido papá, algo parecido. Y… Discúlpenme.

Katherine se va corriendo de la casa.

Orlando (preocupado): La seguiré, no puedo dejarla tan grave. Nos vemos más tarde Eleonora.

Orlando sale tras Katherine, ésta llega al jardín en donde hay una acera para sacar el auto. Se sube y Orlando muy apresurado, también lo hace sin su permiso.

Orlando: ¿A dónde irás? ¡No puedes conducir así!

Katherine: No sé papá, entonces, mejor bájate. Me gustaría estar sola.

Orlando (estricto): No me bajo del auto hasta que me digas lo que te pasó. Y piensa bien las cosas, porque en el estado en el que estás, no puedes conducir.

Katherine decide arrancar el auto, empieza a retroceder por la acera del jardín. Después de salir de la casa y estar en la carretera, comienza a conducir el auto muy rápidamente. Orlando le sigue insistiendo que se detenga sin embargo ella hace caso omiso. Pocos minutos después, se ve como Katherine sigue conduciendo el auto.



Éste empieza a acercarse a un abismo, cuando Katherine va a voltear, no logra hacerlo, empezando a acercarse cada vez más al precipicio.



Orlando (desesperado y preocupado): ¿¡Qué pasa hija!? ¿Por qué no te detienes? ¡Vamos a llegar a ese abismo!

Katherine (también desesperada y preocupada): ¡No lo sé papá! (intenta frenar pero no lo consigue). ¡No puedo frenar!

Orlando: Esto no puede ser, vamos a llegar a ese abismo. ¡Nos vamos a accidentar!
Katherine: (empieza a llorar nuevamente) ¡No logro que al auto se detenga! ¿¡Qué pasa si siempre ha estado en un buen estado!?

Orlando: ¡¡¡Hijaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!

El auto finalmente llega al abismo, Katherine aún intentado frenar, no puede y empieza a caer por el precipicio.

Katherine: (gritando desgarradoramente) ¡Nooooooooooo!

La cámara de lejos muestra como el vehículo cae por el abismo, rodando en varias ocasiones y escuchándose seguidos estruendos. Muy pocos segundos después, estando a punto de explotar, el auto cae al fondo del abismo. Katherine aún está consiente pero muy mal herida, con el rostro lleno de sangre. Intenta despertar a su padre que sí está inconsciente. Llorando, empieza a desesperarse al ver que Orlando no despierta.

Katherine: (llorando) ¡Papá por favor! ¡Papá despierta! ¡¡¡Papáaaa!!!

Katherine sin rendirse, intenta arrastrar a su padre lejos del auto que está por explotar y de repente, el auto explota en medio de llamas abrazadoras. El cuerpo de Katherine sale volando por la onda expansiva totalmente inconsciente.

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